En la Antigüedad algunas plantas fueron veneradas por las virtudes que se les había reconocido. Nadie buscaba saber por qué o cómo actuaban, pero era un hecho
incontestable y que parecía mágico. En efecto, es sorprendente que una hoja, una flor, o una raíz puedan curar, o al menos aliviar un estado de enfermedad o perturbaciones
orgánicas.
La ciencia moderna, analizando y estudiando los efectos terapéuticos de las plantas, no tiene como fin disminuir esta confianza en la naturaleza, sino que quiere precisar, comparar y clasificar
las diversas propiedades para agrupar las plantas de efectos similares, elegir las más eficaces y darlas a conocer.
Llámese planta medicinal toda planta que contiene uno o varios principios activos capaces de evitar, aliviar o curar enfermedades
Ciertas plantas que contienen toda una gama de materias eficaces pueden tener acciones diferentes según su preparación.